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Megan y el ladrón: La Serie de Megan, #12
Megan y el ladrón: La Serie de Megan, #12
Megan y el ladrón: La Serie de Megan, #12
Ebook85 pages1 hour

Megan y el ladrón: La Serie de Megan, #12

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Megan y el ladrón

Un espíritu guía, una tigresa fantasma y ¡una madre de miedo!

Megan es una jovencita de trece años que se percata que posee poderes psíquicos que otros no poseen. En principio, intenta hablar con su madre acerca de éstos pero resulta en consecuencias desastrosas así que aprende a guardarlos para sí misma.

Sin embargo, algunas personas sí le ofrecen su ayuda y un animal le muestra una amistad especial, pero éstos no están “vivos” en un sentido normal de la palabra. Ellos han muerto.

Megan tiene tres de estos amigos: Wacinhinsha, su espíritu guía, quien fue un indio Sioux en su última vida terrenal; su abuelo materno, Gramps, y una enorme tigresa siberiana llamada Grrr.

Wacinhinsha es verdaderamente sabio en todas las cosas espirituales y paranormales,  Su abuelo es una persona muerta “novata” y Grrr tan solo puede hablar tigrés, como uno podría imaginar y la mayoría de ello, desde luego, es incomprensible para los humanos.

En este libro, la casa de Megan sufre un incidente: es saqueada y le roban la joyería a su madre. Megan se enfrenta a un dilema cuando descubre la identidad del ladrón, por lo que busca el consejo de sus amigos.

LanguageEspañol
Release dateOct 5, 2023
ISBN9781071513279
Megan y el ladrón: La Serie de Megan, #12

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    Megan y el ladrón - Owen Jones

    DEDICATORIA

    Dedico esta edición a mi esposa, Pranom Jones, por hacer que mi vida sea tan sencilla como le es posible hacérmela. Ella hace un estupendo trabajo en ello.

    El Karma le retribuirá a cada uno en la justa medida.

    CITAS INSPIRACIONALES

    «No creas en algo simplemente porque lo has escuchado.

    No creas en algo simplemente porque se habló de ello  y lo rumoran muchos.

    No creas en algo simplemente porque se encuentra escrito en tus libros religiosos.

    No creas en algo meramente por la autoridad de tus maestros y ancianos.

    No creas en las tradiciones porque se han transmitido por generaciones.

    Más bien, después de la observación y el análisis, cuando te encuentres con algo que está de acuerdo con la razón y conduce al bien y al beneficio de todos y de cada uno, entonces acéptalo y vive conforme a ello...»

    Gautama Buda

    ———

    Gran Espíritu, cuya voz escucho en el viento, escúchame.

    Déjame crecer en fortaleza y conocimiento.

    Hazme contemplar la puesta rojo púrpura del sol.

    Que mis manos respeten las cosas que me has dado.

    Muéstrame los secretos ocultos bajo cada hoja y roca, como se los has mostrado a las personas en siglos pasados.

    Permíteme utilizar mi fuerza, no para sentirme superior a mi hermano, sino para luchar contra mi mayor enemigo: yo.

    Permíteme presentarme siempre ante ti con manos limpias y un corazón dispuesto, que conforme mi período terrenal se vaya desvaneciendo, como la puesta del sol, mi espíritu pueda retornar a ti sin culpabilidad.

    (Basado en una oración Sioux tradicional).

    CONTENIDOS

    Reconocimientos

    1 Papá hace una sugerencia

    2 El pícnic

    3 El robo

    4 El recuento de los daños

    5 Wacinhinsha

    Glosario

    Los Despreciables: Capítulo Uno

    RECONOCIMIENTOS

    Gracias a la artista, Jackii, quien me dibujó la portada. Si desean sus datos de contacto, sólo déjenmelo saber.

    1 PAPÁ HACE UNA SUGERENCIA

    Un viernes por la noche mientras se hallaban sentados frente al televisor viendo una película de terror a altas horas de la noche, como solían hacerlo, el papá de Megan, Robert, tuvo una idea.

    «¿Qué dicen si empacamos de todo mañana: comida, mantas, vajilla y nos vamos al bosque a pasar el día?»

    Megan y su madre, Suzanne, se vieron con la misma expresión que habrían utilizado si un perro les hubiera hablado en inglés.

    «¡Necesitamos que nos avises con más tiempo que eso, Robert!»

    «¿Por qué? ¿Cuál es el problema?»

    «Para empezar, me tendría que levantar temprano para organizar una cesta, pero mañana es el día en que nos abastecemos de comida. La alacena está vacía. Si lo hubieras sugerido ayer, podría haber conseguido algo».

    «Y yo también debo ir al Club de Natación y trabajar para la señora Williams todos los sábados, por la mañana. Es demasiado tarde para cancelar a medianoche del día anterior, ¿no te parece?»

    «Bien, de acuerdo. Punto, ehm, puntos tomados en consideración. ¿Y qué tal si fuera el domingo?»

    «Claro, conseguiremos todo lo que necesitamos mañana y haremos las cosas correctamente».

    «¡Sí, por favor, Papi! No he estado en el bosque por años. ¿En cuál estás pensando? ¿Mill Wood

    «No. Pensé que podríamos conducir hasta el Bosque Arturo. No está tan lejos y si salimos lo suficientemente temprano, digamos siete u ocho, podemos estar allí para las diez u once. Será un lindo paseo familiar para nosotros. No hemos tenido uno desde hace algún tiempo, ¿verdad?»

    «No recuerdo la última vez, excepto nuestras vacaciones en Francia... Quizás haya sido cuando Nain y Taid vinieron a pasar el fin de semana y fuimos a la playa, pero de todos modos eso solo fue local».

    «Está bien. ¿Lo hacemos o no?»

    «¡Hagámoslo!», gritaron todos.

    «De acuerdo, lo haremos por voto unánime. Ahora ya me distraje y perdí el hilo de la película. ¿Drácula ya mordió a esa chica?»

    «¡Sí, papá, hace veinte minutos!»

    «Oh...»

    Al día siguiente, cada uno siguió su rutina habitual de los sábados por la mañana. Megan tomó el autobús a su club de natación en el polideportivo local, pero se fue después de una hora, como de costumbre, para ir a su trabajo del sábado por la mañana con la alcaldesa, la señora Williams, en las oficinas cívicas al otro lado del estacionamiento. Trabajó desde las diez hasta las doce, escribiendo o discutiendo sobre los problemas que enfrentaban los adolescentes de Feyton y sus alrededores. Esto lo hacía para ayudar a la señora. Williams y su Partido Verde SOS a mantenerse al tanto de los problemas que enfrentaría la futura generación de votantes, aunque Megan aún no se había dado cuenta de que eso era para lo que la estaban empleando.

    En esta reunión, discutieron si la ropa que las tiendas y revistas alentaba usar a las jóvenes adolescentes, como Megan, era demasiado sensual. Megan pensó que algunas lo eran y que otras eran absolutamente escandalosas, pero hizo notar que sus padres nunca le permitiría usarlas aunque así quisiera, lo cual no quería. Megan prometió escribir un artículo de quinientas palabras sobre el tema y enviarlo por correo electrónico a la señora Williams el miércoles o antes. Después cerraron las puertas de la oficina y bajaron a la cafetería para almorzar.

    Cuando se sentaron y ordenaron, la señora Williams trató de ayudar a Megan a ordenar sus pensamientos sobre el artículo, como solía hacerlo, porque le tenía un afecto genuino.

    «Hablamos de ropa en la oficina, Megan, pero ¿qué pasa con otros aspectos de la vida de un adolescente? Quizás deberías, o simplemente podrías, considerarlos también. Estoy segura de que podrías escribir quinientas palabras solo sobre ropa, después de todo, eres una jovencita

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